El Señor ha provisto dos medios poderosos para preservar la unidad entre los creyentes frente al embate del pecado: la disciplina eclesiástica y el perdón. Es sobre este segundo medio que deseo hablarte hoy. Nuestro Señor, en su sabiduría infinita, sabía que su Iglesia no sería perfecta; el pecado seguiría Seguir leyendo
